Las cisternas son recipientes que se utilizan para almacenar y transportar líquidos. Estos tanques son muy útiles en situaciones en las que el suministro de agua es escaso o cuando se necesita transportar grandes cantidades de líquido. En este artículo, te contaremos los tipos de cisternas que existen y qué debes conocer sobre cada una.
Cisternas de agua potable: Son cisternas diseñadas específicamente para almacenar agua potable. Están fabricadas con materiales que impiden la proliferación de bacterias y otros microorganismos que pueden contaminar el agua. Las cisternas de agua potable son ideales para aquellas personas que viven en zonas rurales donde el suministro de agua es escaso.
Cisternas de combustible: Son cisternas utilizadas para almacenar y transportar combustibles líquidos como la gasolina, el diésel y otros derivados del petróleo. Estos tanques deben ser fabricados con materiales resistentes y seguros, ya que el almacenamiento de combustibles líquidos es peligroso si no se toman las precauciones adecuadas.
Cisternas de aguas negras: Son cisternas utilizadas para el almacenamiento de aguas residuales o aguas negras. Estas cisternas son importantes para garantizar la higiene y la salud de la población. Debido a que las aguas negras contienen bacterias y otros microorganismos peligrosos, es importante que las cisternas sean fabricadas con materiales resistentes y que cumplan con las normas de seguridad.
Cisternas de agua pluvial: Son cisternas diseñadas para recolectar y almacenar agua de lluvia. Estas cisternas son ideales para utilizar en la agricultura, ya que las plantas no requieren agua potable para crecer. Además, el agua de lluvia es gratuita y su recolecta ayuda a disminuir el uso del agua potable.
En resumen, los tipos de cisternas que existen varían en función de la necesidad y el uso que se les quiera dar. Es importante que se tomen en cuenta los materiales y las medidas de seguridad necesarias para garantizar el correcto almacenamiento y transporte de los líquidos que contenga cada una de estas cisternas.
Las cisternas son recipientes diseñados para almacenar agua, estas se utilizan tanto en hogares como en empresas y edificios, por lo que existen diferentes tipos según el uso que se les dé:
Otro tipo de cisterna es la cisterna de retención, que se utiliza para almacenar agua de lluvia, sobrante de piscinas, y otros líquidos para evitar infiltraciones en el suelo y su posible contaminación. Estas cisternas tienen una capacidad menor a las cisternas de agua potable y su diseño es más sencillo.
En resumen, encontramos diferentes tipos de cisternas según el uso que se les quiera dar, ya sea para almacenar agua potable, para retención de líquidos o para grandes superficies, siendo las más comunes las de hormigón armado, plástico y fibra de vidrio.
La cisterna de Vater es una pequeña cavidad ubicada en la unión del conducto biliar y el conducto pancreático, justo en su entrada al duodeno.
Es un punto de gran importancia en el sistema digestivo, ya que es aquí donde se mezclan la bilis y el jugo pancreático con los alimentos, facilitando su digestión y absorción por el organismo.
La cisterna de Vater también es la encargada de regular el flujo de estos líquidos hacia el duodeno, evitando posibles obstrucciones o reflujo de ácido gástrico hacia los conductos biliares y pancreáticos.
En caso de alguna patología que afecte a la cisterna de Vater, como una inflamación o tumor, puede producirse una obstrucción en los conductos y una consecuente acumulación de líquidos y sustancias digestivas en el páncreas o la vesícula biliar, generando diversas complicaciones de salud.
Las cisternas eficientes son sistemas de almacenamiento de agua que se han diseñado para ahorrar agua y dinero.
Estas cisternas se caracterizan por contar con dispositivos que permiten que el agua que se utiliza en el hogar sea reutilizada y almacenada para su uso posterior, como el riego de plantas y jardines, el lavado de autos y otras actividades.
Las cisternas eficientes también utilizan tecnologías que permiten una menor cantidad de consumo de agua, como los sistemas de doble descarga en los inodoros y los reguladores de flujo en los grifos y las duchas, lo que ayuda a hacer un uso responsable y sostenible del recurso hídrico.
En resumen, las cisternas eficientes son una excelente opción para reducir el consumo de agua en el hogar y contribuir al cuidado del medio ambiente.
Una cisterna es un recipiente que se utiliza para almacenar líquidos, en particular agua. Está compuesta por diversas partes que podemos identificar y nombrar.
Una de las piezas más importantes de la cisterna es el depósito, que es el recipiente principal en el que se almacena el agua. El depósito puede estar hecho de diferentes materiales como plástico, metal o fibra de vidrio.
Otro componente importante es la llave de paso, que regula el flujo de agua en la cisterna. Esta pieza se encarga de abrir y cerrar el suministro de agua que llega a la cisterna.
También encontraremos el flotador, que funciona como un interruptor para controlar el nivel de agua en la cisterna. El flotador sube y baja según la cantidad de agua en el depósito y activa la llave de paso para que el agua entre o deje de entrar en la cisterna según se necesite.
Otra de las partes importantes de una cisterna es la válvula de descarga, que permite liberar el agua almacenada en la cisterna y enviarla al inodoro o al lugar donde se la necesite. La válvula de descarga se abre y cierra manualmente.
Finalmente, encontramos la tubería de entrada y la tubería de salida. La primera transporta el agua que llega desde la red de abastecimiento y la lleva al depósito, mientras que la segunda lleva el agua desde la cisterna hasta el lugar donde se la necesita.
Para mantener la cisterna en buen estado y prolongar su vida útil, es importante conocer y cuidar todas estas partes que la componen. Con un mantenimiento adecuado, podremos asegurarnos de contar con un suministro de agua de calidad y un correcto funcionamiento de nuestro sistema de baño.