Reducir RAE implica una serie de cambios importantes en la gramática y la ortografía del español. Esto se debe a que la Real Academia Española (RAE) es la organización responsable de establecer las reglas oficiales del idioma español. Si las reglas cambian, nuestra forma de escribir y hablar también debe cambiar.
Otro aspecto importante a considerar es el impacto que pueden tener estas reformas en la educación. Los estudiantes que están aprendiendo español tendrían que adaptarse a estas nuevas reglas y aprender a escribir de una manera diferente. Además, los profesores tendrían que actualizar sus planes de estudio y materiales didácticos para reflejar estos cambios.
Sin embargo, reducir la RAE también podría tener un impacto positivo en la diversidad lingüística y cultural. Muchas de las reglas impuestas por la RAE han sido criticadas por ser demasiado restrictivas y limitar la expresión. Al reducir su influencia, se abriría la posibilidad de que se acepten otras formas de español, como el español hablado en América Latina o en las comunidades afrodescendientes.
Además, reducir la RAE también podría tener un impacto en la igualdad de género. Durante años, la RAE se ha resistido a incluir palabras que sean inclusivas para todas las personas, como "todxs" o "todes". Si se reducen sus poderes, se abriría la posibilidad de explorar nuevas formas de lenguaje que sean más inclusivas y respetuosas con la diversidad.