La dureza del agua es una medida de la cantidad de ciertas sales minerales contenidas en el agua. Estas sales minerales se componen principalmente de calcio y magnesio, aunque algunas veces también pueden incluir otros minerales como el hierro, el aluminio y el sodio. La dureza del agua se mide normalmente en unidades de miligramos por litro (mg/L) o partes por mil (ppm). Los niveles de dureza del agua varían ampliamente de una ubicación a otra, y los niveles de dureza del agua más comunes varían entre 0 y 1000 mg/L o 0 y 17.1 ppm. Los niveles más altos de dureza del agua pueden ser hasta 10 veces superiores a esto, en algunos casos. La dureza del agua se considera una característica física importante para el suministro de agua potable, ya que puede afectar la calidad del agua, la cantidad de agentes limpiadores necesarios para limpiar la suciedad, así como el sabor y el olor del agua.
La dureza del agua se suele medir utilizando una variedad de métodos químicos. Un método común es el de EDTA, también conocido como el método de Mohs. El método EDTA se usa para determinar la dureza del agua en una amplia variedad de situaciones, desde el agua potable hasta aguas industriales. El método EDTA es uno de los métodos más exactos para medir la dureza del agua. Otro método común es la titulación de ácido-base, que también se conoce como el método de titulación de carbonato. Este método es útil para determinar los niveles de dureza del agua, pero es menos preciso que el método EDTA.
Otras formas de medir la dureza del agua incluyen la medición de la conductividad eléctrica, la medición de la acidez o el pH del agua, la medición del contenido total de sólidos disueltos, así como la medición de los niveles de calcio y magnesio. Estos métodos se usan para determinar el grado de dureza del agua, y para determinar la cantidad de sales minerales contenidas en el agua. La determinación de la cantidad de sales minerales contenidas en el agua permite a los técnicos determinar el grado de dureza del agua, que se usa comúnmente para determinar la calidad del agua y su aptitud para el uso en diversas actividades, como el riego de plantas y la preparación de alimentos.
La dureza del agua es un factor importante para el uso adecuado de un lavavajillas. Esta característica determina la eficiencia con la que los detergentes líquidos o en polvo pueden descomponer la suciedad y eliminarla de los platos. La dureza del agua se mide en miligramos de calcio o magnesio por litro. Cuanto más alto sea el contenido de estos minerales, más dura será el agua.
Típicamente, se considera que el agua con un contenido de calcio y magnesio menor a 60 mg/L es suave, mientras que el agua con un contenido superior a 120 mg/L se considera dura. Todos los grados intermedios se consideran moderadamente duros. La dureza del agua es un factor importante a tener en cuenta al elegir un detergente para lavavajillas. Si el agua es demasiado dura, el detergente no podrá descomponerse correctamente, por lo que los platos no quedarán limpios.
La dureza del agua se puede medir fácilmente con un kit de medición. Estos dispositivos generalmente se suministran con una solución reactiva que se mezcla con agua para producir un cambio en el color de la solución. El grado de cambio de color se traduce en una medición de dureza, en miligramos de calcio y magnesio por litro. Algunas compañías de agua proporcionan información sobre la dureza del agua para su área, por lo que es posible obtener una medición aproximada sin necesidad de un kit.
La dureza del agua se refiere a la cantidad de minerales presentes en el agua. Estos minerales son principalmente calcio y magnesio, pero también pueden incluir otros como hierro, manganeso y aluminio. La dureza del agua se mide en partes por milímetro (ppm) o miligramos por litro (mg/L). La dureza del agua normal es generalmente de entre 50 y 150 ppm. Esto significa que hay entre 50 y 150 miligramos de calcio y magnesio por litro de agua. Estos niveles son considerados saludables para la mayoría de las personas.
La dureza del agua se puede medir con un kit de prueba o con un equipo de medición. Los kits de prueba son simples de usar y son baratos. Estos kits se pueden encontrar en la mayoría de los centros comerciales o en línea. Los equipos de medición son más precisos y le permiten medir la dureza con mayor precisión. Estos equipos suelen ser más caros y se pueden encontrar en tiendas especializadas.
La dureza del agua afecta la calidad de la misma. Agua muy dura puede ser difícil de usar y puede tener un sabor desagradable. Si el agua es muy blanda, también puede ser difícil de usar y puede tener un sabor ácido. Es importante probar el agua con un kit de prueba para asegurarse de que la dureza esté en los niveles adecuados. Si la dureza es demasiado alta o demasiado baja, se pueden tomar medidas para corregirlo.