La cazoleta sifónica es un elemento de fontanería cuyo nombre suena bastante exótico, pero que en realidad tiene una función muy concreta. Se trata de un dispositivo que se coloca en los desagües para evitar la entrada de olores y gases en el interior de una vivienda o edificio.
La cazoleta sifónica funciona gracias a un principio muy sencillo: cuando el agua desciende por el desagüe, el aire en el interior de la cazoleta se cierra y evita que los gases y malos olores asciendan por el mismo. Es decir, la cazoleta actúa como una barrera para evitar que los olores y contaminantes del interior de las tuberías se propaguen por el ambiente.
En caso de que se produzcan obstrucciones en el desagüe, la cazoleta sifónica actúa también como un elemento de limpieza sencilla, ya que se puede extraer, limpiar y volver a colocar fácilmente en su sitio.
En resumen, la cazoleta sifónica es una pieza fundamental de la fontanería y su instalación es obligatoria en muchos edificios públicos y privados. Su uso garantiza un sistema de desagues limpio y libre de olores, y su sencilla limpieza la convierte en una opción práctica y eficiente para cualquier instalación de fontanería.