Una bomba de agua es un dispositivo mecánico que se utiliza para extraer agua de una fuente y presionarla a través de un sistema de tuberías. Las bombas de agua se usan ampliamente para transferir agua desde pozos profundos, ríos, lagos y cisternas hacia los grifos de agua domésticos, así como para el riego de jardines y la irrigación de campos. Estas bombas también se usan para la presión de agua en sistemas de calefacción central y para el suministro de agua a presión para lavadoras y lavavajillas. Aunque hay muchos tipos diferentes de bombas de agua, todas ellas funcionan de una manera similar.
Las bombas de agua generalmente constan de una carcasa de metal sólido, un eje de motor y una unidad de bombeo. El eje del motor se conecta a la unidad de bombeo, que se encarga de extraer el agua de la fuente y presurizarla. El motor se encarga de mover el eje, que a su vez mueve la unidad de bombeo. Esta unidad contiene una serie de rodillos, paletas o cuchillas, que giran para extraer el agua de la fuente y presurizarla. El agua presurizada luego sale de la bomba a través de una tubería.
La cantidad de agua presurizada que sale de la bomba depende del tamaño del motor, el tamaño de la bomba de agua y la profundidad de la fuente de agua. Si se requiere una mayor presión, se puede usar una bomba de agua con un motor más potente. Las bombas de agua también se pueden usar para presurizar el agua a una presión más baja para sistemas de calefacción por suelo radiante. La presión de agua más baja se logra aumentando el tamaño de la bomba de agua.
Para mantener el sistema de bombeo operativo, es necesario realizar un mantenimiento periódico. Esto incluye revisar el nivel de aceite, el nivel de presión del agua, los filtros de agua, las juntas de la bomba, así como las tuberías y conexiones. Si se detectan fugas, se deben reparar inmediatamente para evitar daños en el sistema de bombeo. El mantenimiento adecuado de una bomba de agua maximizará su durabilidad y rendimiento.