Antes de salir al aire libre con tu prenda, es importante comprobar si es verdaderamente impermeable para evitar sorpresas en caso de lluvia o nieve. Probar la impermeabilidad es sencillo y puede ahorrarte muchos dolores de cabeza.
Primero, es importante leer las instrucciones del fabricante para saber cómo debes cuidar y mantener tu prenda. Esto te ayudará a saber qué tipo de impermeabilización tiene y cómo se debe probar.
Para probar la impermeabilidad de tu prenda, necesitarás agua. Si es posible, utiliza una manguera o una cubeta grande para simular una lluvia fuerte. Si no tienes estos elementos, únicamente basta con mojar la prenda con una botella o un vaso de agua.
Comienza por enjuagar la superficie de tu prenda y observar si el agua se absorbe o se queda sobre el tejido. Si el agua se absorbe, es probable que tu prenda no sea resistente al agua. Si después de mojarla no sientes humedad dentro de la prenda, puede que sea impermeable.
Para comprobar si tu prenda es completamente impermeable, seguramente tendrás que dejarla expuesta al agua por un periodo más prolongado. Puedes usar la manguera o la cubeta grande y dejar que la prenda se moje durante unos 15 minutos o más, dependiendo del tipo de actividad que tengas en mente. Si después de este tiempo el agua no ha penetrado en la prenda, se puede considerar que es impermeable.
En general, siempre es mejor probar la impermeabilidad de tu prenda antes de utilizarla en situaciones en las que necesitamos una protección total contra el agua. De esta manera, podrás estar seguro de que tu prenda es resistente al agua y no tendrás sorpresas desagradables bajo la lluvia. ¡No olvides seguir las instrucciones del fabricante!