Una tapa estanca se utiliza para mantener el contenido de un contenedor hermético y evitar fugas o derrames.
Estas tapas funcionan mediante un sistema de cierre hermético que evita la entrada de aire, agua u otros líquidos en el envase.
Las tapas estancas pueden tener una amplia variedad de diseños, algunos tienen una membrana de sellado que se ajusta perfectamente al borde del recipiente, mientras que otros se enroscan en el cuello del recipiente para sellar herméticamente.
En cualquier caso, el sello hermético evita que cualquier líquido o gas pueda escapar, manteniendo el contenido fresco y seguro.