La ósmosis es un proceso que ocurre en los sistemas biológicos y que se caracteriza por el intercambio de moléculas de un lado a otro de una membrana. Esta membrana está formada por una capa de lípidos, proteínas y carbohidratos que actúan como filtros, permitiendo el paso de algunos elementos y reteniendo otros.
El proceso de la ósmosis se produce cuando hay un desequilibrio en la cantidad de solutos, es decir, partículas disueltas, en un lado de la membrana, en comparación con el otro lado. Esto ocasiona una diferencia de presión osmótica entre ambos lados.
Cuando esta presión es suficiente, el agua se mueve desde el lado con menor cantidad de solutos, hacia el lado con mayor cantidad de solutos, para así equilibrar su concentración. Esto se conoce como el efecto de ósmosis, y es un proceso natural que ocurre siempre que hay una membrana presente.
En ósmosis inversa, se utiliza una bomba de presión para forzar el movimiento de agua desde el lado con mayor cantidad de solutos, hacia el lado con menor cantidad. Esto se hace para separar los solutos o para remover los contaminantes, por ejemplo.
En general, la ósmosis es un proceso natural que ocurre en los sistemas biológicos. Está regulado por la presión osmótica, que es la diferencia de la cantidad de solutos en ambos lados de la membrana. La ósmosis inversa se utiliza para forzar el movimiento de agua desde un lado a otro de la membrana.