La construcción de un depósito para recolectar el agua de la lluvia es una práctica común para aprovechar al máximo el agua, como la que se puede usar para regar. Esto es especialmente útil si no se tiene acceso a una fuente de abastecimiento de agua o si el abastecimiento es limitado.
La primera parte de la construcción del depósito es elegir el lugar adecuado. Debe ser un lugar aislado y seguro, lejos de la vista de los vecinos y con una pendiente para facilitar el flujo de agua. Si hay una cuesta cercana, esto es ideal.
Una vez que se haya seleccionado el lugar, se debe excavar la tierra en una forma de canasta, dejando los bordes más altos. Esto servirá como el borde del depósito para contener el agua. La profundidad debería ser de al menos un metro para asegurar una buena cantidad de agua.
Después de excavar el lugar, se debe construir una estructura de contención para el depósito. Esta puede ser una estructura de ladrillo o de bloques de cemento, pero debe ser resistente para evitar que el agua se filtre. Se recomienda usar una lona para cubrir el fondo para evitar la infiltración. También se necesitan tubos de drenaje para permitir que el exceso de agua salga del depósito.
Una vez que el depósito esté construido, será necesario construir un sistema de tuberías para transportar el agua del depósito a un punto de uso. Esto se puede hacer con tuberías de PVC o de metal, dependiendo de la cantidad de agua que se necesita. Una vez que el sistema esté completo, el depósito estará listo para recolectar el agua de la lluvia.