Para colocar correctamente un succionador para tu bebé, es importante seguir una serie de pasos que garantizarán la comodidad y seguridad del pequeño. En primer lugar, es necesario escoger el succionador adecuado para la edad del bebé y el tipo de alimentación. Si es un recién nacido, lo más recomendable es utilizar un succionador de silicona flexible y de tamaño adecuado.
Una vez elegido el succionador, es importante lavarse bien las manos antes de manipularlo y asegurarse de que el succionador también esté limpio y esterilizado. A continuación, coloca el succionador en la boca del bebé de manera que cubra todo el pezón y parte de la areola.
Para asegurarte de que el bebé succiona correctamente y no se traga aire o leche en exceso, es importante colocar el succionador en el ángulo adecuado. Coloca el succionador en la boca del bebé con el pezón apuntando hacia arriba y hacia su paladar. Asegúrate de que el bebé tenga el labio inferior doblado hacia afuera y puedas ver su barbilla.
Si el bebé se siente incómodo o llora al intentar utilizar el succionador, es importante retirarlo con cuidado y volver a intentarlo más tarde. Es normal que los bebés necesiten practicar un poco para acostumbrarse al succionador, así que no te desanimes si al principio no funciona.
Recuerda que la colocación correcta del succionador es fundamental para garantizar una correcta alimentación del bebé. Si tienes dudas, no dudes en consultar con un especialista que te pueda asesorar y ayudar en todo lo necesario.